LA DOS MITADES.

En la Mitad, 21 de Abril 2013.

“Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien”…

>>>Martin Luther King.-

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No ha sido una semana fácil para los venezolanos, sean de una o de la otra mitad. Porque sí, las elecciones sirvieron para dar a conocer oficialmente lo que ya muchos sabíamos: tenemos un país dividido en dos. Y esto no es algo que deba alarmarnos, Es un imposible solicitar que el 100% de los que viven en tu casa, piensen de la misma manera, es más, hasta los esposos mas amados tienen diferentes conceptos el uno del otro. Pero aquí es donde uno se detiene. Esos esposos que no pueden pensar 100% igual, porque son dos seres humanos distintos; no se aman acaso?, no conviven en la misma casa y duermen en la misma cama?. Pues así mismo debe ser un país, en el que la coexistencia mutua, esté por encima de cualquier diferencia ideológica. Es lamentable e inexplicable, la confrontación y el odio que se ha fomentado entre quienes somos hermanos de una misma nación, y cuyo único pecado ha sido resistirse a pensar diferente.

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No me quiero imaginar lo difícil que ha sido para los y las respetables correctores(as) de este honorable periódico, quienes procesan con pulcra ortografía cada nota que a diario aquí se publican; para tener que dejar pasar entre los discursos oficiales palabras que atentan con nuestro Castellano. No repetiré la lista que ya existe, eso sería agredir las pupilas de estos profesionales, y hacer temblar hasta a los libros de Literatura de bachillerato. Y yo que pensaba que para los cargos diplomáticos, como mínimo se requerían conocimientos de español.

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Analicemos a una cacerola y a un cohete. La primera, no sólo cumple la función de cocinar, calentar y resguardar alimentos; sino que se ha convertido en el arma más pacífica en la historia del mundo. Suena tan duro, como sea su tamaño, o la fuerza y resistencia de quien la ejecuta. Tiene sus derivados: ollas, peroles, soperas, mondongueras, pocillos, tapas, y hasta pipas. Al lado del cohete o volador, se lleva el premio de calle. Porque si el segundo también hace bulla, no les cuento el peligro que significa su ejecución a la hora de quemar cualquier superficie, incluyendo a su propio ejecutante. A lo que le sumamos su furia como agente contaminante del planeta. Mientras que la olla es reutilizable en TODAS sus funciones, al explosivo sólo lo verás una sola vez. La cacerola por pequeña que sea, enfurece, y a su vez asusta a los que se autodenominan grandes. El cohete sólo asusta a los inofensivos perritos. Ah y para terminar, usar las cacerolas es gratis, lanzar un cohete cuesta un Billete.

Y si exportamos cacerolas?

#chaitopues @OmarCharcousse