domingo, 3 de noviembre de 2013

DE TERROR.

Asustado, 03 de Noviembre 2013.

“A lo único que le debemos temer es al miedo como tal…”
>>>Franklin D. Roosevelt.-

En algún momento leí que existe el miedo que se justifica, que es el miedo a lo conocido, pero hay otro que no se justifica, el miedo a lo desconocido.  Este último es un miedo que más aterroriza, y el que pudiera llegar hasta a paralizarnos, y todo por no atrevernos a dar ese paso adicional y necesario para quizás lograr algo grande en nuestras vidas.  Al fina sólo quedaría la duda: ¿y que hubiese pasado?.

Y mi pregunta se agudiza durante estos días, ¿a qué le tememos los venezolanos?.  Seguramente la respuesta inmediata sería a la inseguridad latente, esa misma que empaña alegrías, que cobra vidas, que enluta familias.  Muchos otros dirán que al secuestro, que al alto costo de la vida, que el minúsculo salario no llegue ni siquiera al dieciséis o primero de los meses.  Quizás algunos le tienen miedo hoy en día al paralelo, tanto, que ni lo nombran.   Y muchísimos otros me han confesado que le temen de manera aberrante al simple hecho se salir de sus casas.

En Venezuela hay un miedo recurrente, algo injustificado además, y es el miedo a que “aquí algo va a pasar”, es un pánico a  lo desconocido, quizás por la cultura nuestra, esa misma que nos inculca desde pequeños que debemos tenerle miedo al coco, nos asustan con que el loco del saco nos va a llevar si no nos comemos la sopa, hasta con la policía nos meten miedo si no hacemos la tarea, y por supuesto nos aterran con decirnos que nos van a inyectar si no nos tomamos la medicina.  Es una cultura de sembrar el terror desde que somos unos niños, y todo eso se va reflejando querámoslo o no a lo largo de nuestras vidas.

El miedo aquí nos hace callar, ya nos lo siembran constantemente, a lo que nos quedamos inmóviles sin ni siquiera poder reaccionar.  No se critican ni se cuestionan las irresponsabilidades gobierneras por miedo a que me boten del trabajo, a que mi hijo a punto de graduarse no pueda encontrar empleo, también nos espanta que nos invadan la casa o el terreno;  a que nos visiten las aterradores comisiones de tributos y nos sancionen nuestra empresa; o simplemente nos da pánico que no podamos engancharnos en un contratico con un ente oficial.  Una sociedad asustada, eso es lo que somos.

No soy de los que comulga con celebraciones importadas, aunque tampoco las rechazo, pero me van a decir ustedes que nosotros no tenemos un panorama diario digno de un Halloween aterrador?   Pero en vez del famoso “dulce o truco”,  nos toca decir:  leche, harina, papel, aceite…  ¿Hay?!!   No me asustes..!!

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Aunque parezca tarde, o parezca injusto, recuerda:  siempre fue mejor así.
#chaitopues    @OmarCharcousse

martes, 29 de octubre de 2013

SEÑOR AGENTE.

Por la Noche, 27 de Octubre 2013.

“Nadie puede censurar o condenar a otro, porque nadie conoce perfectamente al otro…”
>>>Thomas Browne.-

Una de esas noches en la que voy rodando a casa, por cosas de aglutinamiento de las vías, que ya es normal a cualquier hora del día, tuve que saltearme a lo que llaman vía alterna, después de más de 13 horas fuera de casa, que tanto era alargar la jornada treinta minutos más.  Por el camino secundario que rodaba apareció un agente policial, raso, porque ninguno de alto rango estaría en una esquina después de las ocho de la noche; -se viene una alcabala dije, me dispuse a la rutina de bajar el vidrio, encender la luz interna para limpiar cualquier sospecha y no tener que explicar que voy terminando mi día laboral y deseo llegar a mi casa, al encuentro amoroso con mi cena –situación que ya me ha pasado.

La primera sorpresa vino cuando el señor agente lo que hizo fue saludarme y solicitarme “la colita” para “ahí alantico”.  No se si fue el cansancio mental que yo llevaba, o el rostro de preocupación del señor agente, pero yo accedí.  El desvío fue más de la cuenta al calculado en un principio.  En el minuto siguiente, la preocupación me invadió exaltado de pensar: y si este pana no es policia??, o sí es policia pero de aquellos que ya han perdido toda ética y se dedican a las fechorías??.  En fin, ya estaba montado, y yo que intentaba hacer una mini entrevista, quedaba corto de palabras, casi al tartamudeo.  Vino a mi mente la invocación a cada santo que recordaba.  Luego, un segundo asombro, al señor agente, que poseía una moto, se la habían detenido, cosa ilógica.  Me dijo que no quiso pagarle algo de más a otro oficial, que sí tenía malas mañas.  Les confieso que en el tono de voz y en su historia había plena credibilidad, ya yo sabía que no corría peligro con mi copiloto, intuición que llaman.

Yo preguntaba si nos acercábamos a su destino, me señalaba que allá donde estaban aquellas luces era, y decía que lo dejara lo más cerca posible; porque esa carretera era demasiado peligrosa, sin luz, y más si lo veían con uniforme policial. –Me confesó: por aquí matan a los que ven vestidos así.   Lo cierto es que el caballero vivía a dos horas de donde tenía que ir a buscar su moto decomisada, para luego rodar en ella un par de horas más a otro destino donde debía cubrir su guardia, todo esto a las nueve de la noche y solo.
Al dejarlo en las coordenadas indicadas, me asienta: -fíjese como aquella gente se va a asustar cuando lleguemos en un carro desconocido. Y en su despedida soltó un –Que Dios le pague y lo acompañe.

Señores así andamos, desconfiamos hasta de un señor con uniforme de ley. Que predispuestos nos tiene el país.  Ellos, mal tratados por su trabajo, tienen que enfrentarse a inclemencias y abusos de poder, tampoco se escapan.  Es así como tuve la oportunidad de conocer al Señor Agente.
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Aunque parezca tarde, o parezca injusto, recuerda:  siempre fue mejor así.
#chaitopues    @OmarCharcousse

lunes, 21 de octubre de 2013

LUJOS MODERNOS.

Persiguiendo los Precios, 20 de Octubre 2013.

“Si el tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches…”
>>>Benjamin Franklin.-

Durante toda esta semana me tropecé constantemente con la misma frase en los titulares a los que me enfrenté en cada despertar: HAY ESCASEZ.

Pareciera que desde bien temprano el mundo noticioso se empeñara en darnos un susto matutino, abrir los ojos en este país ya es sinónimo de sobresalto.  Sobresalto que se asoma al verificar las cifras estratosféricas en el alza de los precios de cualquier artículo que imaginemos.  Desde algo que se le pueda llamar “lujo”, hasta lo básico y alimenticio de cualquier supermercado están más allá de las nubes, perdiéndose de vista, y extraviándose también del bolsillo.  Sería bueno desglosar esa palabra, “lujo”, que una de sus definiciones es: “Abundancia de cosas no necesarias…”, sonaría como un chiste dicha descripción si la leemos desde un concesionario de vehículos, y aunque este no esté en la lista de productos vitales para el ser humano, brillan por su ausencia.

Otro de los significados de “lujo” es:  “Todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo”…  Ahí es donde volvemos a atrás, si nos guiamos por esa explicación, entonces el par de kilos de harina precocida que una señora llevaba abrazados con tanto amor después de casi cinco horas en una de esas referidas colas a las afueras de un automercado, son un Lujo.  Porque ella, al igual que muchísimos venezolanos, superan sus medios normales para conseguirlos.  La opulencia y la ostentación evolucionaron en este país, y cualquier producto que para algunos otros serían comunes y corrientes, para nosotros forman parte de nuestros Lujos Modernos.

A todo esto le acompañan los terroríficos y despiadados precios.  No hace falta ser un economista estudioso sumergido en balances, tablas, gráficos y teorías numéricas para explicar como se desvanece una quincena ante la mirada nerviosa del cliente que se enfrenta a esa alcabala llamada caja registradora en el supermercado.  Yo creo que el momento en el que van pasando los productos de primerísima necesidad por el lector de códigos de barra, cada uno de ellos va acompañado por una plegaria a un santo distinto para que la cuenta cuadre.  Al final, las bolsas llevan más canonizados adentro que alimentos para la casa.  Los bolsillos quedan vacíos con más rapidez, y las bolsas llevan más aire.

El gran protagonista de este panorama es alguien que nombramos con el misterio propio de las películas de espias: el Dólar.  A quien yo le llamo Extraterrestre, porque es verde, todos hablan de él, anda por el espacio, pero muy pocos lo han visto.
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Aunque parezca tarde, o parezca injusto, recuerda:  siempre fue mejor así.
#chaitopues    @OmarCharcousse    

lunes, 14 de octubre de 2013

¿DESCUBRIMIENTO O TROPEZÓN?

En América, 13 de Octubre 2013.

“La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquella es tan bella como esta, es imposible no amarla…”
>>>Sócrates.-

Los caminos que recorremos a diario, en algún momento de la historia antepasada, no imaginaban ni remotamente estar rebosados de asfalto y concreto, mucho menos ser cruzadas por vehículos insesantes agolpados en la cola estacionaria de las 7:00 de la mañana.  Puritanas eran las entrañas de aquella América precolombina, habitadas pacíficamente por quienes la cuidaban en vez de explotarla.  Desde los pocos conocidos Selk’nam del Cono Sur, pasando por los mas famosos; Incas, Mayas, Aztecas –creadores de culturas milenariar-, y nuestros pequeños Caribes;  hasta los Apaches, Sioux, Cheyennes y Comanches de la zona más al norte.  En esos momentos tampoco se pensaba en fronteras ni nacionalidades, mucho menos en las divisiones Norte, Central o Sur.  Simplemente era un terrenos grande, inmensamente grande, al que alguien después de haberle interrumpido aquella paz, lo nombrara América.

Pudiera imaginar que al desembarcar los ansiosos marineros de la Niña, la Pinta y la Santa María, al mando del almirante genovés, lo primero que se les hubiese ocurrido organizar sería un “Miss América.  Les habría ido mucho mejor.  Cuanta belleza aborigen pudieron encontrar en aquel momento, pero lo primero que pensaron fue en el oro, las perlas, las papas y el tomate.  No se imaginaban que esos territorios serían luego el escenario de tacones y moños referentes en todo el mundo.  Claro, pero se imaginan que en vez de oro le hubiesen llegado a los reyes católicos con un trío de Misses con plumas, una catástrofe aquello.

Alguien que también llegó a estas tierras con deseos de conquista, no precisamente es marinero, mucho menos genovés, ni prestaba sus servicios para la corona española de finales del siglos XV.  Es de estos tiempos, y de estos lares caribeños.  Ese personaje vio el “oro” y las “perlas” modernas que brotan de estas tierras, aunque las pasa por el bisturí y termina puliendo para mostrarlas en el resto del planeta.  Otro conquistador que adoctrinó en este caso la “belleza” venezolana.  Entonces, Colón y Osmel no nos Conquistaron, se Tropezaron con estas maravillas que tenemos y las supieron mercadear a diferencia de nosotros.

A Osmel Sousa hay que solicitarle que ponga en cintura a los politicos de aquí.  Se imaginan el éxito que sería ponerlos a dieta a toditos, que les enseñen oratoria, a caminar correctamente, a que se impongan las bandas como debe ser, y hasta cultura general.  Seguro estoy que con orgullo los mostraríamos al exterior, y le haríamos barra.
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lunes, 7 de octubre de 2013

MI INNOVADORA CIUDAD.

En un Tarantín, 06 de Octubre 2013.

“Yo creo que el mejor medio de hacer bien a los pobres no es darle limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla”…
>>>Benjamin Franklin.-

Cuanto quisiera poder expresarme de mi ciudad, -esa que ha visto mis pasos desde que la correteaba jugando-, esponjado de orgullo.  Quizás viendo el reflejo de hermanas metrópolis como Medellín, que está ahí mismito entre las montañas de Antioquia en la creciente Colombia, y que a pesar de palpar los horrores de la violencia estallada por el narcotráfico de finales de los 70’s y principios de los 80’s del siglo pasado, en el presente, los “paisas” ostentan con el premio a la Ciudad Más Innovadora del Mundo.  Eso da como envidia sana verdad?  Y al mismo tiempo piquiña interrogativa:  ¿Por qué nuestras ciudades venezolanas nos abraza la anarquía y el caos a diario?.

Anque tampoco hay que caer en tanto pesimismo, nosotros SI innovamos.  Somos innovadores a la hora de armar una carpa improvisada en medio de la acera y crear un negocio propio, tomando ese par de metros cuadrados y privatizarlos ante su propia ley callejera.  Inventamos métodos de trancar una ciudad entera un lunes por la mañana con una huelga, como si los que van camino al trabajo o los quehaceres del día tuvieran la culpa de que en las tuberías lo que salga es aire, o sean culpables del nuevo director mañoso de una universidad, o quizás porque los bombillos de sus casas extrañen la electricidad.  Descubrimos formas de andar en una moto sin los mínimos requerimientos de seguridad propios, así como con la irresponsabilidad de cargar más de un pasajero, y muchas veces siendo estos menores de edad, o peor aún, llevar encima encomiendas de medidas aptas solamente para camiones.  Perfeccionamos los métodos de incumplir las normas de peatones y de conductores, así como también los deberes como choferes de transporte público y como pasajeros, esquivando las paradas oficiales, embarcando o desembarcando en cualquier esquina o cada 20 metros.  Renovamos la basura que lanzamos por la ventanilla del vehículo, acompañada de las bolsas atestadas de desperdicios caseros que lanzamos brutalmente por barrancos o abandonamos a las buenas de parques y plazas con una sonrisa macabra.  ¿Vamos avanzando en tácticas propias de innovación verdad?

Antes de quejarnos por el panorama que nos abruma en nuestra ciudad, deberíamos detenernos en la esquina, mirar de un lado al otro, y pensar si todo eso es producto de lo que sembramos.  Porque si queremos una Ciudad Innovadora, tenemos que comenzar innovando nuestro comportamiento hacia ella.
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lunes, 30 de septiembre de 2013

ARROZ CHINO.

Friendo Lumpias, 29 de Septiembre 2013.

“Cuando China despierte, el mundo temblará...”
>>>Napoleón Bonaparte.-

Viendo lo sumergido que estamos en los últimos días en este cuento chino, lo primero que a mi mente se asoma es la fascinación infantil que yo sentía por la comida proveniente de este lejano país asiático. Era tanto el gusto que me daba, que hasta mis cumpleaños los celebraba en estos restaurantes repletos de salsa agridulce y arroz frito, teniendo en frente un calendario en letras de ese alfabeto como adorno.  Bueno aquí no venimos a hablar de mis ratos de comer arroz, sino de lo distinto que ahora las nuevas generaciones ven a los chinos, en todo caso antes los teníamos como esas personas trabajadoras que con esfuerzo llegaban a tener sus propias empresas, bien sea de comida, tiendas de electrónicos o por departamentos, como cualquier otra colonia que llegaba a este país en la búsqueda de porvenir y crecimiento económico.  Porque eso éramos en un pasado que añoramos que regrese, una nación próspera, con las puertas abiertas para que el que quisiera se acercara y asentara raíces aquí.

Muchos dicen que China ha cambiado, que ahora es una economía sólida.  ¿Y cuándo ha dejado de serla? -Me pregunto yo.  Un país milenario, que en lo personal admiro en esa tradicional historia, que a Occidente y al Mundo entero ha traído tantas cosas: la invención de la pólvora, el papel, las artes marciales por contar sólo tres de las cientos que han salido de allá.  Pero que en el comunismo deploro. Por cierto, hoy en día ya no inventan, sino plagian, falsifican, fusilan e imitan productos.  Muchos ven al gigante asiático como una oportunidad enorme de negocio, por la creciente manufactura a muy bajo costo. ¿Se habrán preguntado por que ese costo es tan bajo?, en sus mentes quizás no está la estampa de niños o mujeres trabajando hasta el cansancio en jornadas casi esclavizantes de hasta 18 horas continuas, para que a tus manos llegue una pelota de fútbol por ejemplo. -Y aquí que se desgarran las vestiduras por una "Ley del Trabajo". ¿Contradictorio verdad?

El asunto no es como veamos nosotros a los chinos, sino como ellos nos ven ahora a nosotros. De país destino para crecer, ahora nos ven como aquel pedazo de tierra al que le "prestan" dinero. Que mal sería que en algún momento ese Arroz Chino que teníamos como plato exótico, llegara a ser común para nosotros, o que las motos chinas pasen de ser una opción de transporte, a convertirse en el único medio de transporte para los venezolanos.  Señores estamos endosados a China, un cheque firmado en blanco, con el aval del oro negro debajo de nuestros pies.  Ahora, ¿que pensará de nosotros el chino del abasto?
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lunes, 23 de septiembre de 2013

A LA PARRILLA.

Soplando los Carbones, 22 de Septiembre 2013.

“Un asado se mide por lo que sobra, no por lo que se come”…
>>>Anónimo.-

Si existe alguien a quien pueda admirar, es a cualquier persona que maniobre a la perfección la faena de parrilero.  Observo detalladamente el arte casi sagrado que envuelve a asado y asador, convirtiéndolos en uno solo.  En su mayoría es talento masculino, una especie de “gurú”, puede ser el papá, un tío, un hermano o un primo lejano, por regla natural es uno por familia, si hay más es una gran dicha milagrosa. –Antes de continuar, quiero destacar que de mi familia no soy yo ese gurú-, que mal me la llevo yo con los carbones, se me apagan hasta los fósforos, se me incendia la carne, lloro con el humo y los términos de cocción los desconozco en su totalidad.  En cambio el destacado parrillero de la familia no pierde detalle en nada, tiene sus propios rituales para encender los carbones; desde los que son básicos con papelitos, hasta los que tienen “túneles” o “volcanes”; los que utilizan aceite y los que prefieren todo al natural, en fin, el adiestrado jefe de la barbacoa cuida su entorno de forma celosa, nadie puede meterse ni tocar sus utensilios, previamente ordenados como si se tratara de instrumentos médicos en un quirófano.

De ahí en adelante viene todo el libreto: los tipos de carne, el momento justo de las brasas, el corte ideal a la hora de servir.  Siempre destacando sus trucos con el orgullo por delante.  Al lado del parrillero nunca faltan los testigos, esos que no hacen nada, sino escuchar todas las historias de parrillas pasadas a cambio de degustaciones recién salidas, pero eso si, los mirones cumplen una labor muy importante, son los que destapan y pasan las respectivas bebidas embotelladas previamente puestas a enfriar.  Dentro del ritual también están algunos ayudantes: los que hacen la guasacaca (esta con sus secretos generacionales también), y los que pelan la yuca (estos son de menor rango).  La cosa no termina ahí, la ceremonia post parrilla es tortuosa, y además tienes que estar preparado porque de lo que sobra, una parte es para los perritos de quienes te visitan y la otra para continuar comiendo recalentado en días siguientes.

Viendo todo esto concluyo que el parrillero merece toda nuestra admiración, y a ellos va dedicada esta columna de hoy.  Yo mientras tanto permanezco sin meter las manos a la candela, sigo estando consciente que la mejor parte del domingo a la parrilla es cuando se come.  Mis disculpas a los vegetarianos.  Y ahora, si les dio hambre como a mi, vayan prendiendo los carbones y me avisan, que yo les llego.
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Aunque parezca tarde, o parezca injusto, recuerda:  siempre fue mejor así.
#chaitopues    @OmarCharcousse