“El que dice una mentira no sabe que tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.”
***Alexander Pope.
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Hay que ver que este país se suscitan más fenómenos, que en los países que ocurren fenómenos de verdad. Hace pocos meses cuando la tormenta Sandy, hizo estragos a su paso por la ciudad de Nueva York, hubo infinidad de cámaras que en tiempo real, nos mostraban minuto a minuto, el terrorífico paso de esta tormenta repleta de inundaciones, vientos huracanados y cortes eléctricos, es decir lo vimos todo. Pero lo más reciente, y que me tiene sin respuesta alguna, es ver la posibilidad de uno en un millón de fotografiar un relámpago, y más si este cayera en la basílica de San Pedro del Vaticano, bueno, y ante todo pronóstico y escepticismo, lo captaron; o también estar en el preciso instante de grabar en video la caída de un meteorito con lujos y detalles, bueno eso ocurrió en Rusia, y ya todos lo hemos visto en internet o en los canales noticiosos. Viendo todo lo anterior, que lleno de imposibilidades, alguien estuvo allí para lograrlo, es donde viene mi interrogante: ¿Nadie estuvo presente para lanzarle una fotico a la llegada del Presidente?, que de madrugada y sorpresivamente, llegó más relampagueante que un rayo, y más rápido que un meteorito.
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Hoy es uno de esos domingos de colección, es domingo de Oscar. Los premios de la Academia son esta noche, y como siempre, nuestro “chip” nos cambiará, para transformarnos a todos, en expertos cinéfilos, ah y por supuesto, en conocedores de la alta costura. Desde la alfombra roja estaremos muy pendientes de la llegada del actor, actriz, director, productor o invitado especial de nuestro gusto, nos daremos a la durísima tarea de decir si fueron bien vestidos o no, mientras estamos pegados al televisor con la pijama de la noche anterior, postrados en el sofá. Antes de ponerme aburrido por aquí, como suele ser esa larga ceremonia, quisiera asomar algunos datos que siempre caracterizan esta noche de premiaciones, discursos, vestidos y smokings. Lo primero es la preocupación constante de la Academia a que ningún premiado utilice la millonaria audiencia para hacer campaña política, como lo hicieran en el pasado Marlon Brando o Michael Moore. Hay una curiosidad que quiero compartir: Emmanuelle Riva, de 85 años, es la actriz más anciana de la historia de los premios que competirá por un Oscar a Mejor actriz, y se enfrentará a Quvenzhane Wallis, de 9 años, la actriz más joven de la historia de los premios nominada también en esta categoría. Bueno como aquí no tengo las casi 4 horas del Oscar, me despido diciendo que mi película favorita para ganarlo es Argo, siempre y cuando no haya una “rosca” con Lincoln.
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…y el Oscar a la mejor mentira en Venezuela es para:…………
#chaitopues @OmarCharcousse
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